miércoles, 31 de agosto de 2011

Transformación ecológica


“Vivir bien dentro de los limites ecológicos, un gran reto para el hombre”

En la actualidad, nos enfrentamos con graves problemas que sufre la naturaleza y la mayoría de estos son causados por el hombre. Ya sea destrucción de hábitats, deforestación, calentamiento global, extinción de animales, contaminación del ambiente, agotamiento de recursos, la lista puede seguir por días y días.

Muchas personas se quedan sin hacer nada porque ellas no ven o no han sufrido directamente lo que está pasando en el planeta y creen que el cambio climático es sólo un mito y que nada pasará porque no ha pasado anteriormente.

El calor excesivo es un hecho en el planeta, los polos se derriten, bosques en el ártico están apareciendo, miles de especies mueren cada día ya que no tienen la habilidad de adaptarse tan rápido a los cambios que causamos. Todo esto se va juntando para hacer una lista interminable de todas las consecuencias del calentamiento global.

La revista “Muy interesante” revela un estudio realizado por la Universidad de Standford que prevé que en los próximos 20 años, de continuar la emisión de gases invernadero, las áreas tropicales de África, Asia y Sudamérica y algunas en el hemisferio Norte, podrían afrontar un aumento irreversible en las temperaturas veraniegas.  (Standford, 2011)

Esto no sólo está afectando a los humanos sino también a las especies de plantas y animales que se encuentran habitando en las zonas afectadas. Haciendo que estas se tengan que desplazar a diferentes ecosistemas arriesgando la vida debido a una adaptación futura.

Investigadores de la NASA informaron en 2003 que 1.700 especies de plantas y animales han empezado a mover su hábitat en dirección a los polos a razón de 6.4 kilómetros por década en los últimos 50 años. Este nivel de migraciones no va tan rápido como el movimiento de las zonas de temperatura que han estado avanzando hacia los polos a 40 kilómetros por década entre los años 1975 y 2005. El ritmo de extinción de especies se ha acelerado 1000 veces con respecto al histórico y en los últimos 25 años surgieron 30 nuevas enfermedades humanas, incluyendo nuevas formas de tuberculosis.

Todos estos ejemplos apuntan a una misma causa, el aumento de la temperatura media global y su impacto sobre las condiciones del medio y ciclos biológicos.

Existe también un agotamiento de recursos esenciales, a pesar de que la mayoría de los humanos tengan un reducido acceso a los mismos. Un agotamiento de recursos que ha jugado un papel determinante en el hundimiento de pasadas civilizaciones y que ahora amenaza con conducir al colapso de la sociedad mundial en su conjunto, todo esto sin importar los avances tecnológicos y científicos en el campo de la salud y la educación ambiental.

El agotamiento de muchos recursos vitales para nuestra especie -a consecuencia de su dilapidación o de su destrucción, fruto de comportamientos consciente o inconscientemente depredadores orientados por la búsqueda de beneficios particulares a corto plazo- constituye uno de los más preocupantes problemas de la actual situación de emergencia planetaria (Brown, 1998; Folch, 1998).

El agotamiento de recursos se debe también a la contaminación de estos. La cual  es la alteración nociva del estado natural de un medio como consecuencia de la introducción de un agente totalmente ajeno a ese medio (contaminante), causando inestabilidad, desorden, daño o malestar en un ecosistema, en el medio físico o en un ser vivo.  El Blacksmith Institute, una organización no gubernamental que monitorea la contaminación, realizó una lista de los países más contaminados del mundo, en el informe del 2007 están: Azerbaiján China, India, Perú Rusia, Ucrania y Zambia. 

Aparentemente, México no figura dentro de los países más contaminados pero esto no quiere decir que tenemos que esperar hasta que sea ya muy tarde para actuar. En 2009 el INEGI señaló que en menos de 60 años la disponibilidad natural media de agua per cápita en el país ha disminuido 241 metros cúbicos en promedio anual, al pasar de 18 mil 53 metros cúbicos por habitante al año en 1950 a tan sólo 4 mil 312 metros cúbicos en 2007.

Recursos como el agua, elemento más importante de la vida, está en peligro ya que no nos tomamos el tiempo de cerrar una llave o de decirle a las personas que no la gasten. Si no se gasta, el agua es contaminada por agentes patógenos, desechos, sustancias químicas, entre otras. La UNESCO afirma que en los países en vías desarrollo, el 70 por ciento de los desechos industriales son vertidos sin tratamiento, contaminando así los recursos hídricos disponibles.

El mundo experimenta un progresivo descenso en la calidad y disponibilidad del agua. En el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31 países afectados por escasez de agua y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de personas carecían de acceso a agua no contaminada. Las enfermedades transmitidas por el agua afectan a un tercio de la humanidad y matan a 10 millones de personas al año.

En este momento de nuestras vidas es muy fácil ver cómo se gasta el agua, ya que contamos con ríos y mares a nuestro alrededor, pero no sabemos qué pasará cuando las generaciones siguientes tengan que lidiar con este problema. Conflictos, problemas económicos y hasta guerras podrían ser causadas por este vital recurso.

Los conflictos sociales —incluyendo las guerras como expresión extrema de los conflictos— están también aumentando por razón del cambio global. No es fortuito que el concepto clásico de seguridad se haya ampliado a las cuestiones medioambientales, hasta el punto de llegar a plantearse su importancia, para algunos analistas, por encima incluso del terrorismo internacional. Y es que el cambio global es un factor de aumento de la conflictividad social entre países y dentro de cada país, por razones varias, entre las que se encuentra el acceso a recursos naturales básicos como el agua, las tierras agrícolas, los bosques, las pesquerías.                                       
                         
Ha llegado el  tiempo de hacer algo y parar el agotamiento de los recursos naturales. Cerrando las llaves, limpiando nuestro entorno, tirando la basura en su lugar y reciclando son unos ejemplos de las múltiples medidas que se pueden tomar.

Para disminuir los efectos que sobre el medio ambiente tiene la acción humana, como la contaminación sobre la atmósfera, el agua, los suelos, y las construcciones, se ha propuesto una serie de soluciones. Por ejemplo: limpieza de la atmosfera, saneamiento del agua, regeneración del suelo, viviendas ecológicas, reciclaje, y muchas más que se suman a una lista mayor que la de los daños que causamos.  También se han creado leyes en nuestro país. La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) se encarga de regir y crear las leyes ambientales en México. Sin embargo no todas estas leyes se han cumplido al pie de la letra.

Acciones tan pequeñas como estas son muy significativas, es verdad que aun somos jóvenes pero somos seres pensantes y sabemos que si no respetamos a la naturaleza, nos vamos a enfrentar a un mundo adverso, a un mundo que ninguno queremos tener.

Los recursos naturales son fundamentales para que todos los seres vivos, incluyendo al hombre, puedan vivir en el planeta Tierra. Vivir en armonía con la naturaleza no es una tarea fácil, pero juntos podemos ayudar al planeta a dar un respiro más, porque nunca sabremos cuando será el último día que el planeta aguantará estos daños que los humanos causamos.

Es por eso que los invito a respetar a nuestro planeta. Ya que planeta Tierra, sólo tenemos uno.


2 comentarios:

  1. Creo que sería muy interesante conocer acerca de como se encuentra Puebla en cuanto a las medidas para proteger el medio ambiente y que tan importante es hacerlo para las personas que habitan aquí.

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  2. Pienso que seria bueno investigar sobre como se utiliza la basura reciclada aqui en el Tec y cuantos alumnos usan propiamente los diferentes tipos de basureros tirando cada cosa en su lugar...

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